Nuevo curso político. Un curso político que se presenta movido, que acabará con elecciones europeas a las puertas del próximo verano. No va a ser tranquilo, nada tranquilo. La situación de crisis económica no ha tocado fondo e incluso puede pasarse todo el curso bajando, pero detrás de la crisis económica viene una más grave, la de los aspectos sociales. No soy agorero, simplemente conocedor de la realidad, los problémas económicos y de empleo acarrean problemas en las familias, aumentan las toxicomanías y los delitos.
El que lo niegue que me llame y lo llevo a una zona donde el trapicheo ha aumentado, cuando hace unos años había casi desaparecido, luego lo paseo por los Juzgados, más sufrimiento, más pobreza y todavía no ha llegado la avalancha de embargos por los impagos de los crédito hipotecarios. En nuestra sociedad, con esa tendencia a la hipocresía, no se quiere ver las realidades, pero estan ahí, incluso en tu propio edificio.
Lo peor es que uno analiza el Gobierno de Zapatero y da miedo, pues cuando todo va bien todos servimos pero cuesta abajo los conductores deben ser buenos y experimentados. Un Gobierno como este no da seguridad, solo sirven para cuidar la imagen, sobre todo la del Caudillo, que no acude a donde se le puede chillar, a comisiones donde esta en minoría o a cualquier embolado normal en política. Desde luego su valor ya ni se le presume.
Aquí, el Presidente Chaves sigue como siempre, plano, triste, cansado y alejado de la realidad. Es un virrey, es capaz de flexibilizar el cobro de la deuda histórica, para contentar a su Caudillo, mientras que todavía no se han realizado pagos del pasado curso en centros educativos o en la sanidad andaluza corren los rumores de que incluso el pago de nómina se realiza por empresas privadas y que eventuales e interinos pueden ir a la calle. No hay un duro. Una crisis que llega a Andalucía sin que tengamos una estructura económica propia fuerte, una gran dependencia al sector público y a empresas de fuera de nuestra tierra, que además de llevarse los valores añadidos de nuestro trabajo siempre hay el peligro de que se vayan. No es necesario poner ejemplos.
La provincia de Cádiz, como es normal sufrirá más agudamente la crisis y la incompetencia en la gestión política. El curso será convulso, cambiarán alcaldías, a lo mejor no sólo en la costa sino también en el interior. Más de uno acabará su trayectoria política en los tribunales. Vamos a estar entretenidos.
Espero que cuando acabe este curso pueda ser más optimista, de verdad, lo espero.
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