sábado, 23 de agosto de 2008

COSAS DE LA BAHIA


Andalucía es un pueblo que tiene una identidad propia definida, pero ello no quiere decir que no tengamos nuestras peculiaridades locales y comarcales. La comarca de la Bahía de Cádiz es, ha sido y será muy peculiar. Los ejemplos me gustan, dejan claro lo que se afirma, en este caso muy clarito.


Una particularidad es el aspecto político. Desde las elecciones municipales de 1979, el panorama político ha sido de los más diverso, parecía como si los ciudadanos de la Bahía de Cádiz se ponían de acuerdo para que cada Ayuntamiento de la comarca fuera de una fuerza política distinta, así ha habido alcaldías del PSOE, del PP, del PA, de IU, de independientes y de Barroso. Esto es la razón, entre otras cosas, de los pocos resultados de la Mancomunidad de la Bahía, nacida expresamente para crear el cementerio mancomunado, dado que Cádiz no tenía espacio para un nuevo cementerio, y que marco la mortecina vida de la misma, apoyado por la cicunstancias de que no había manera de aunar a los alcaldes y al hecho de tener una Junta de Andalucía que no le gustan las administraciones públicas que no puedan claramente mangonear manu militari.


Dentro de las peculiaridades, tenemos al más peculiar Alcalde, el de Puero Real, ya en 1979 empezó su trayectoria que salvo una legislatura ha mantenido hasta hoy en día, José Barroso. Los años no pasan en balde, por él tampoco. Barroso es Barroso y de vez cuando es también Barroso. En la década de los ochenta era un Alcalde respetado y simpático aunque no se compartiera sus ideas, hoy en el siglo XXI ha pasado a ser histriónico y esperpéntico en su actuación política, y altamente contradictorio.


En el último año ha pasado de decirle de todo menos bonito al PSOE, al extremo contrario, uña y carne. Si su pacto con ellos, la Alcaldía de Puerto Real a cambio de que el PSOE mantuviera su feudo en la Diputación Provincial de Cádiz, entra dentro de lo habitual en el pactismo, lo que no es normal como se arrastra políticamente con el PSOE, siendo su mentor en donde no están, como es en cierta Comisión de Honor, o dando el respaldo público al alcalde de Chiclana, in pectore, que esperemos que se quede en eso, jose María Román.
¡¡¡Quién te ha visto y quién te ve¡¡¡. Ya lo decía un humorista, entra la risa y el llanto sólo hay un paso, la nariz, pues habrá que hacer el paralelismo que entre el amor y el odio en política, esta el sillón. Lo peor, es el cabréo de personas que lo admiraban y de amigos que se ven traicionados, que ven que su sillón se ha covertido en su único ideal, aunque de vez en cuando lo revista con sones romanticos caribeños, ron y puro.
Sigo pensando que todo no vale en política, sobretodo por un sillón perder amigos y traicionar ideas es un precio demasiado caro. La limitación de legislaturas en el cargo se ha convertido en una necesidad, confieso que he cambiado de opinión, pues la experiencia es que la estancia en exeso en el poder degrada la visión de la política y en algunos casos lleva incluso a la corruptela, cuando no a la corrupción, de políticos que pasan a creerse dioses.

No sería mala idea, que en el juramento de los cargos públicos, se añadiera lo que a Cesar le repetía, parece ser, un esclavo mientras que pasaba revista a las tropas antes de un desfile triunfal "Cesar, recuerda que eres humano".
POSDATA: Una pregunta, sin maldad, ¿si el PSOE dejara tirado a Barroso antes de acabar la legislatura, volvera a jurar "odio eterno a los roman-os"?.




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